Me lo predijo
el horóscopo semanal,
y un viernes otoñal
nos encontramos.
Sobre un colchón
de hojas sepias,
nos abrazamos
y vimos el tiempo correr.
Mudamos de piel
una y mil veces,
abandonamos las apariencias,
el caparazón
que no dejaba
al corazón respirar...
(05-04-08)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.