Estábamos perdidos en las figuras de las manchas de humedad en el techo, dejados por el tiempo.Mis piernas lo abrigaban del frío de su habitación, su remera descubría mis hombros y en contra luz del foco se
veía mi silueta bailando esa canción, con la que
cogíamos, con la que soñaba que me odiara.Él sabia controlar mis caprichos, él sabia manejarme cuando apretaba el acelerador...
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