En la noche escribo, como, bailo, pinto...
Me gusta la soledad, la casa vacía. Tan sólo mis sonidos, mis pasos, estoy yo conmigo más vulnerable, más sincera. Abierta a conocerme, cada una de mis seres en mi reflejo. Alguna alegres, otras extasiadas, cansadas y tristes. Vuelvo a ser niña (o por lo menos dejarlo en evidencia) más curiosa que nunca, más enérgica. Mi inocencia se toca, huele a pinturitas; En caída libre a la imaginación, ese colchón de nubes. La Luna me hace una con ella, coqueteamos mientras tomamos algo. No quiero volver, deseo más que nunca ser su amante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.