El firmamento y el horizonte se funden,
se salpica el azul
de lo que se une y separa
(uniendo y desintegrándose)
eternamente
etérea inocencia
del caballo asustado,
que galopa
(¿sin causa?)
sin destino
(¿sin rumbo?),
sin fin,
Las formas
que encontró bajo la piel
del jinete blanco que derrumbo el misterio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.