jueves, 16 de diciembre de 2010
una tarde de diciembre
Celes me dijo: me refugie en mi oscuridad
y yo pensé: para conocer el día, debo sangrar la noche.
Las dos nos sentamos en el silencio, cómodas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.
‹
›
Inicio
Ver versión web
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.