Gritar es en vano

Ningún sol

calcina mis sombras,

enormes,

rudas,

armadas

con su sonrisa

ausentes de dientes

me susurra

"y soy vos,

vos sos yo"

(nro. desconocido)

Mis sueños son una dosis de futuro y miedos que intento ocultar.

Húmedo amanecer (1)

Lejos

humedad

centro

ausencia

cerca

dejar

sangrar

d e s a p a r e c e r

una tarde de diciembre

Celes me dijo: me refugie en mi oscuridad

y yo pensé: para conocer el día, debo sangrar la noche.

Las dos nos sentamos en el silencio, cómodas.

Cielo azul

Fantasmagórica noche

juega escondidas con mi sombra.

Lid de sensaciones,

sangre azul derramada en el jardín.

En la puntilla del cielo

pájaros negros

donan sus alas rotas

a la lágrima de la niña,

de la que fui con la que soy:

locuaz siempre (para llenar tu vacío)

lánguida siempre

infinito mi destino.

Sóplame los ojos y no me lastimes mucho...

todo lo que necesitas

p a l a b r a s

entre otras cosas escribo para que no suceda lo que temo; para que lo que me hiere no sea; para alejar al malo (cf. Kafka) Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta en este sentido en quehacer poético implicaría exorcizar, conjurar y además reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque TODOS ESTAMOS HERIDOS.

(85)

Breton dijo: "... aquí todas las formas se confrontan y todos los contrastes se exaltan. En el corazón de la selva, ¡cómo amo esa expresión! Sí, nuestro corazón está en el centro de ese enredo prodigioso. ¡Qué escalas para el sueño, esas lianas implacables! Esas ramas, ¡Qué arcos tendidos para las flechas de nuestros pensamientos!"
Y Alicia confesó "Sólo vine a ver el jardín"