domingo, 2 de noviembre de 2014

Imperativamente

Canta como si supieras que hablas ,
tararea cuando duermas,
mueve tus labios sin emitir más que silencio,
recuéstate en la alfombra de hojarasca de algún otoño
que ya no recuerdas.
Escribe en papel imperativamente,
refuerza las sensaciones apaciguadas de la calle,
pon las sombras a la luz.
Acércate a ese espacio,
a ese paredón,
en donde las palabras no se borran,
lugar secreto,
acércate lo suficiente como para ser de allí tu sitio favorito;
primero arroja las ropas que ya no te quedan,
desnúdate, desnúdate con placer,
siéntete, que tus dedos puedan recoger a cada célula,
elimínalas también;
para que tu esencia,
toda revuelta,
toda fruta amarga,
toque el paredón,
se laman juntos,
y
todo
 sea
 todo.