lunes, 23 de abril de 2012

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Todo no es más que augurio de un espacio vacío,
no se puede detener el arte en algún lugar,
desnudo lo oculto,
ilumino la sombra,
abro el dolor,
cae la inocencia,

-ello sigue pensando- 

inmortalidad trunca,
perdurar a las estaciones,
al otoño,
siempre.

No es más que la suma de instantes de vida, lo que respiro.


sábado, 14 de abril de 2012

Para una noche de lluvia:

Una llamada por teléfono

Me siento sobre un abismo,
un color poco definido -quizás entre los grises del lomo de un gato-
se desfiguran tus labios,
se alejan los pasos,
se pierde lo que poseía,
se difumina la imaginación,  herida por los ojos.

Huele a humedad, y soledad,
tantos retazos que ya son de ello.

Es imposible retroceder,
mi silla se ha ido uniendo con lo indefinido,
me he ido desuniendo del instante respirado,
a pedazos me pierdo.

Aunque logre crear un nuevo signo,
ya no hay nada,
ha devastado la palabra
cualquier presagio.

A pesar de mí debo ir,
lejos de todo lo que era mio,
el otoño,
la sensibilidad,
tu cara de niño al dormir;
un grito mudo,
los pasos ya no están,
-ello- necesita un abrazo de alguien.


(acaba un murciélago de fracturar la temprana caricia solar)

lunes, 9 de abril de 2012