Cuentas tus pasitos sobre el cordón para llegar al sol.
Son cortitos, son chiquititos
para sentir la tibia luz amarilla entrar por tus poros
y llegar así a calentar tus huesos
crudos y blancos, para dejar la quietud
dejando la inercia , comenzar a andar
y así correr, saltar y volar
dando vuelta al cordón y por fin haber llegado al sol
te quemas, te calcinas y te haces uno con el sol
martes, 10 de junio de 2008
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