sábado, 9 de agosto de 2008

El libro de la buena memoria

El vino entibia sueños al jadear. Desde su boca de verdeado dulzor y entre los libros de la buena memoria, se queda oyendo como un ciego frente al mar.Mi voz le llegará, mi boca también tal vez le confiaré que eras el vestigio del futuro.Rojas y verdes luces del amor prestidigitan bajo un halo de rush. Que sombra extraña te ocultó de mi guiño, que nunca oíste la hojarasca crepitar?Pues yo te escribiré, yo te haré llorar. Mi boca besará toda la ternura de tu acuario.Mas si la luna enrojeciera en sed o las impalas recorrieran tu estante ¿No volverías a triunfar en tu alma? Yo se que harías largos viajes por llegar. Parado estoy aquí esperándote.Todo se oscureció ya no sé si el mar descansará...Habrá crecido un tallo en el nogal. La luz habrá tiznado gente sin fe. Esta botella se ha vaciado tan bien que ni los sueños se cobijan del rumor. Licor no vuelvas ya deja de reír. No es necesario más ya se ven los tigres en la lluvia

Luis Alberto Spinetta (poeta)

Enamorada de la versión de Gustavo Cerati.

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