Porque el cielo está tan lejos de tus pies.
No hay miradas, sólo espejismos.
Ella llega, se muerde los labios
acaricia tu ausente inocencia
y se lanza al abismo
en donde siempre te encuentras,
con los mismos zapatos suela.
Correr bajo los astros,
entre flores todo es suave
viernes, 6 de noviembre de 2009
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