No puedo levantar mi visión, a tus ojos cielo llegar.
No todo lo que reluce es oro,
no todo es lo que crees.
Y cuando a tus brazos no puedo llegar,
escuchó esa música de neblina.
Tengo tantos soles y lunas,
un frágil en mi nuca,
un libro de algún miserable poeta,
unas lágrimas aún húmedas.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
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