Nunca sabrás si digo la verdad,
nunca sé ser honesta.
Soy una farsante,
una actriz de la nouvelle vague a destiempo.
Soy lo que no conozco,
lo que hay más allá del bosque.
La niña nunca fue real,
la simulación su papel principal.
En el espejo un reflejo fallado,
unos rasgos perdidos,
un corazón inexistente.
No me creas,
aunque te mire fijo a los ojos,
aunque me desgarre de sensaciones
no es más que un acto más,
el guión de la película más superficial,
del mismo ártico,
de la ausencia de la inocencia,
la desgarradora realidad
de no saber quien soy.
domingo, 10 de enero de 2010
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