viernes, 30 de abril de 2010

Escupí palabras en tu cara,
destruí tu mural
dejé todo por el suelo,
todo arruinado,
me dejé entre el disco de Lennon y las fotografías de Colonia.
Y esperé la hoja que nunca cae,
la canción que nunca se carga,
la postal ausente,
la comida china que no llegará.


Confieso que tomé el cuchillo esa noche de calor,
lo he clavado donde vi rosa, donde estaba cruda.
No hay inocentes,
dejó todo, pierdo todo
el todo ya no existe,
yo menos.

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