domingo, 11 de diciembre de 2011

Un poco de lo mucho que tengo que confesarte...

Se refleja el color del sol que tímidamente se filtra por los rincones que quedaron desnudos de la madera, y yo me quedé viendo tu imagen cinética, acompañando la nocturna con tu melodiosa voz. Hace unos días estuvimos juntos, no creo que lo hayas percibido estás muy cansado pero no creo que lejos de aquí. No creas que te rechacé, estaba cohibida. Tantas veces te soñé, te pensé, estuviste en mis días y noches. ¿Sabes que no caía? Me mentía desconfiando de todos, hasta que un día mi cuerpo estrelló en el suelo y no hubo más que un sonido de desconsuelo, de vacío; pero no quiero hablar de ésto, lo que suceda en mí poco me interesa. Pero te pensé, ese encuentro lo deseé, le temí, pero más lo deseé. No sé como imaginaba encontrarte, soñaba con ver tus ojos cielos abiertos (nos prohibís ese mimo a todos, que te esperamos)...
Anhelo que en tu profundo sueño como una leve brisa hayas sentido mi energía. ¡Despertate! el Sol ya entro por completo.

Del

1 comentario:

comotellames dijo...

me gusto bastante,y la imagen me encantó, suerte